Este es el título del artículo escrito por Nicholas Carr y originalmente publicado en el Harvard Business Review en Mayo de 2003 que forma parte de un caso para resolver perteneciente al libro Sistemas de información gerencial: manejo de la tecnología de información en la empresa interconectada en red de James O’Brien del Curso de Tecnologías de la Información que llevé en la maestría. Pues bien, la presentación de este caso en el libro es un tanto provocadora, pues empieza exponiendo la opinión incendiaria, a primera impresión, del autor y, posteriormente, presenta las opiniones de los directores generales y directores de tecnología de empresas como Dell, Intel y Microsoft sobre este artículo.
La posición de Nicholas Carr sobre las T.I. es simple y demoledora: actualmente, las T.I. no son sino un commodity, tal como lo es la electricidad, el agua, la telefonía, etc.; es decir representan elementos necesarios para el funcionamiento de una empresa sin embargo no son factores sobre los cuales pueda basarse una estrategia corporativa. Además, indica Carr, las T.I. no representan de por sí un activo valioso pues el valor de los objetos se incrementa por su escasez y no por su ubicuidad, por lo que las T.I., al ser tan comunes hoy en día a diferencia de décadas pesadas, han perdido su valor como activos escasos. Sin embargo, según el autor, las T.I. al ser medios de transporte de información, incrementan su valor al incrementar su red de usuarios, por ejemplo: el teléfono al poseer una red mundial de usuarios incrementar más su valor que si tuviese una red de unos cuantos pocos usuarios en una localidad remota únicamente.
Lo interesante, por decir lo menos, es que las reacciones son bastante defensivas en su mayoría, aunque Michael Dell, director general de Dell Corporation es quien parece tener una posición más razonable sobre las T.I. indicando que dichas inversiones no son mágicas de por sí pues si no son direccionadas estrategicamente éstas carecerán de valor y no alcanzarán el retorno de inversión (ROI) esperado. La reacción más defensiva, sin embargo es la de Michael Fitzgerald, gerente general de Microsoft para el área de estrategia de T.I., quien recalca el valor de la información en su afirmación, lo que no en ningún momento es refutado por el autor en su artículo mas si el manejo de las inversiones en T.I..
Finalmente, el autor recalca, de manera muy acertada, que mucha de la capacidad de computo de los equipos actuales se encuentra sub utlizada pues el usuario común de oficina usa un mínimo porcentaje de la capacidad que le ofrece un equipo de computo para llevar a cabo sus tareas cotidianas. Además, aborda el problema de almacenamiento creciente con el que las empresas tienen que lidiar, indicando que gran parte de los archivos que un usuario almacena no están relacionados a trabajo sino son fotos, archivos MP3 y correos personales.
En fin, mi opinión personal es que un grave problema en la actualidad, no tanto a nivel corporativo sino a nivel individual, es la falta de conocimiento que un usuario común tiene de las T.I., lo que hace que las herramientas destinadas a hacerlo más productivo finalmente ralenticen su productividad en el trabajo, debido únicamente a falta de capacitación. Pienso, que esta capacidad de lidiar con las T.I. es una obligación de cualquier profesional en la actualidad y no debe pasar como una habilidad más que se expone como factor diferencial de un profesional sino como el autor señala para las corporaciones, debe ser un commodity o factor necesario también para un profesional.